jueves, 20 de junio de 2013

Proyecto de ley en Brasil para “curar” a los homosexuales

La Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados brasileños aprobó un proyecto de ley para “curar a los gay” que se debe tramitar ahora en otras dos comisiones y que, si fuera aceptado, deberá ser votado entonces en el plenario de ese cuerpo.
Dominada por los pastores evangélicos y presidida por el diputado federal Marco Feliciano, la decisión fue tomada por esta comisión en un momento de mayor inflamación política en el país, que reclama mayores libertades y derechos.
El proyecto de Feliciano, un legislador que asumió el comando de los Derechos Humanos bajo protestas generalizadas, permitirá a los psicólogos administrar tratamientos para quienes “padezcan” de homosexualidad.
La medida, antediluviana, debe atravesar votaciones en la comisión de Seguridad Social y en la de Constitución y Justicia.

La propuesta fue bautizada en Brasil como ”Cura Gay”. Durante el debate, el martes último, sólo dos diputados se manifestaron en contra del texto. Fueron Simplicio Araujo y Arnaldo Jordy, ambos del Partido Popular Socialista, socio político de la socialdemocracia.

La ministra de Derechos Humanos del gobierno federal, Maria del Rosario, condenó la votación de la comisión parlamentaria. Dijo que “ese proyecto significa un retroceso, por tratarse de una medida que no reconoce la diversidad sexual como un derecho humano”.
Sostuvo, además, que “cuando se habla de cura, en verdad se dice que las personas están enfermas”.

El diputado Feliciano amenazó con colocar la bancada evangélica contra el gobierno de Dilma Rousseff si es que el Palacio del Planalto llegara a interferir en las votaciones en las otras comisiones.
Y hasta aconsejó a la funcionaria: “Tenga juicio, doña ministra. Interferir en la votaciones de un proyecto es muy peligroso”, le dijo el diputado.


Padres matan a su hija tras intentar "curarla"

La cultura islamista castiga la homosexualidad.

La joven tenía 18 años, era natural de Marruecos y vivía en Amberes (Bélgica). Sus padres están en prisión preventiva acusados de consentir un exorcismo para 'curarla' de su homosexualidad.

Layla Achichi murió a causa de los golpes y quemaduras sufridos por todo el cuerpo durante el ritual de curación espiritual que le practicaron en su propia casa el pasado mes. En la ceremonia participó un hombre que leyó partes del Corán, que ha pasado también a disposición judicial.
El Corán es el libro sagrado del islam, que según los musulmanes contiene la palabra de Dios y contienen condenas expresas de los actos sexuales entre personas del mismo sexo.

Los padres fueron detenidos la semana pasada y la orden de arresto fue confirmada el por un tribunal de instrucción belga, explicó  el abogado de la familia, Johan Platteau, quien apuntó que los padres rechazan las acusaciones y que han apelado la decisión de prisión provisional.

El letrado reconoció que los padres intentaron una "curación espiritual", convencidos de que su hija era lesbiana porque estaba poseída por espíritus maléficos. El abogado del tercer detenido asegura que su intervención se limitó a leer, en varias sesiones, pasajes del libro sagrado de los mulsulmanes, el Corán. Por el momento, se desconocen los resultados de la autopsia.


información recompilada de http://www.elreferente.es/

Los padres quisieron "curarla" con torturas

MUJER LESBIANA FUE ENCERRADA EN CLINICA PARA SUPUESTAMENTE CURARLA




Una joven ecuatoriana vivió un infierno cuando reveló a sus padres su orientación sexual: su familia la mandó a secuestrar y torturar para "curarla".

¿Qué hicieron sus padres al recibir la noticia? Organizaron un secuestro para internarla en una clínica para curarle la homosexualidad, donde la torturaron para cambiarle la condición sexual.
Zulema Constante Mera, de 22 años, oriunda de Guayaquil, contó que el pasado 17 de mayo, luego de aceptar una invitación de sus padres para almorzar, subió al vehículo de su papá que a 300 metros del lugar fue interceptado por otro automóvil, del que se bajaron cinco personas desconocidas, la tomaron a la fuerza, la esposaron y trasladaron a la ciudad de Tena, ubicada a 186 kilómetros de Quito, donde ingresó a la “Unidad Terapéutica Femenina Esperanza”, que trabaja con el programa de Narcóticos Anónimos.
 
“Apenas llegué a las nueve de la noche me hicieron subir a una capilla, donde tenía que rezar, me daban comida en mal estado, limpiaba excusados con las manos y me decían que estaba mal ser lesbiana“, relató la joven.

Cuando llevaba tres semanas desaparecida, sus compañeros de la carrera de psicología, junto a amigos de colegio y su novia emprendieron una campaña por Twitter, para dar con su paradero.
 
Cuando Zulema recuperó su libertad, en una rueda de prensa en la Defensoría de Pueblo declaró de manera tajante: “Yo soy lesbiana, no estoy enferma”.
 
Luego, demandó y exigió que cierren las clínicas de deshomosexualización. “Condeno que existan estas clínicas, en las que te ingresan a la fuerza y quieren ‘curarte’. Son un abuso contra los Derechos Humanos“, manifestó Zulema.
 
Joven ecuatoriana denunció clínicas para "curar" su lesbianismo.